1. Siete tíos seminconscientes y un perro en un colchón de latex.
2. Cómo un traficante búlgaro con la raya del ojo pintada a lo the cure se restriega contra tu pierna.
3. Cinco casas chill en un fin de semana. Todas con sus correspondientes dj's amateurs (se les paga entre todos los concurrentes 20 o 30 eurillos), colchones en el suelo, más gente semiinconsciente, parejas-tríos follando y, algunas, incluso con terraza.
4. Una punki rubia duchándose en tu bañera. Una punki morena cortándose el pelo en tu baño. Todo, por supuesto, sin decirte ni mu. Viva la naturalidad.
5. Un cacheo profundo (con guantes de latex) en el baño de señoras.
6. Un cacheo profundo (con guantes de latex) en el baño de caballeros.
7. 400 euros convertidos en vicio, gasolina, agua mineral, roperos, entradas a clubes y zumo de kiwi rives (argggg).
8. Tus pantalones sosteniéndose de pie en estado de semirigidez.
9. Una barra americana en plena efervescencia de salidos, puteros, camellos y proxenetas.
10. Tu aura en el espejo del baño.
Probablemente, todo esto podría caber en un mini relato al estilo Hunter S. Thompson, pero supongo que así todos perdemos menos tiempo y nos hacemos a la idea de cómo ha sido mi puente. Esta noche de guardia me he entretenido leyendo mis post (toma egomanía) y he visto que son todos bastante deprimentes... Y, la verdad, ahora mismo no sé si acabo de escribir el más deprimente de todos o el más divertido... Hasta que se demuestre lo contrario, opto por la segunda opción. No todas las historias de no dormir tienen porqué tener un final triste...