Joder, vaya día ayer. En el bulevar de radio3 (o era siglo XXI?), para
cinco minutos que lo escucho, bunbury. Me meto en
www.sincolumna.com y
Jorge Oliva (como no) ha escrito su vigésimo octavo artículo sobre las
cualidades divinas de Bunbury. Para colmo, me pongo a ver Buenafuente
(un tio con criterio, según mi opinión) y..... quien aparece?????
Y se monta esta algarabía (nunca me cansaré de decir esto) por tocar
dentro de una carpa
como hicieron los Rolling Stones hace 40 años. Me voy a poner a tocar
en la azotea de mi casa hasta que me eche la policía, por lo visto en
este pais te encumbran por ser un mono de imitación. No me repugnaba
(ni tampoco me volvía loco), más bien me daba risa, lo que hacía con
Héroes del Silencio, queriendo ser -y consiguiéndolo, para más inri- el
Axl Rose español. Pero este último imposte de personalidad, queriendo
ser un Bob Dylan, esta egomanía, ese premio MTV (a donde vamos a
parar), me repugna. Es como si King África, por vender unos millones de
singles, se creyese John Lennon. Algunos deberían aprender de actitudes
como la del citado, o la de Georgie Dan, por poner un par de ejemplos.
Querido Enrique, los tiempos están cambiando, ahora distinguimos los
freaks de los gilipollas, los productos de marketing de lo que se vende
porque es realmente bueno, el grano de la paja. A pesar de que consigas
engañar a algunos, todavía queda gente con criterio.
Y todavía se pide -vamos a suavizar el tono pareciendo impersonal- que se le lleve al FIB. un apunte: este festival es un festival de música independiente DE CALIDAD.
Un saludo, amiguitos del progessive.