Esta mañana he hablado por teléfono con Nick Cave. Ahora tengo el número de su estudio en mi agenda, con lo que podría llamarle para felicitarle la Navidad y el Año Nuevo. Lo mejor del caso es que estoy segura de que contestaría educadamente algo así como: "te deseo lo mismo" y volvería a colgar dejándome inmersa en esa especie de burbuja de felicidad que hoy me ha abducido tras media hora de conversación. Todo empezó conmigo balbuceando: i'm sorry about my english, is far from being perfect. Entonces él contestó: don't worry. My spanish is shit. Perfecto. Elegante. Seductor. Resulta que por ahí le llaman el príncipe de la oscuridad, el demonio oscuro y cosas por el estilo. A mí me pareció la quintaesencia de lo cool. ¡Ah! Y encima se permitió el lujo de darle la patada a otra supuesta elementa de cuidado, Polly Jean Harvey, y de rechazar a Kylie Minogue, sueño de pajilleros/as de cocción rápida, por ser una chica demasiado feliz. Nick Cave, tú sí que tienes clase.