La verdad es que anima bastante leer cosas con las que estás de totalmente de acuerdo pero son un poco extravagantes. Te hace pensar que al final no sólo tu cabeza va mal. Hay otras personas con pensamientos parecidos. Uno no está solo en el mundo.
Al igual que el otro día el artículo de
sofá naranja, que no comenté en su momento por no estropear el mensaje que se pretendía transmir, me he encontrado con un artículo que suscribo al 100%. Siempre cuento que de pequeño lo que realmente querría haber sido de mayor es ser escritor. Pero pronto me dí cuenta que no servía para ello. A mi cabeza se le dan mejor las cosas de las matemáticas que las artísticas. Y por eso me interesé por la informática, y más en concreto con el desarrollo del software. Siempre me ha parecido que programar es parecido a escribir. En las dos disciplinas sueles empezar pensando en qué es lo que quieres contar/hacer de forma muy abstracta y poco a poco (capítulo a capítulo/función a función) vas metiéndote en el problema y aportando pequeñas soluciones. La gente que nunca ha programado/escrito te mira un poco extrañado... Se le ha ido la olla... Y puede, pero no soy el único.
Un par de años antes de que naciera (y ¡ya llovió desde entonces!) Frederick P. Brooks escribió "The Mythical Man-Month". Ahora Luismi Cavallé ha traducido un trocito de ese libro.
Algo pensado hace más de 30 años que aún sigue pareciendo extraño...