Es curioso que hayan pasado 33 años sin enterarme que el 28 de Octubre es el día internacional de la animación. Bueno, en realidad y como pasa en la animación, ésta afirmación tiene truco ya que este día se celebra sólo desde el 2002, año en el que ASIFA (Association Internationale du Film d’Animation) proclamó el "Día Internacional de la Animación" conmemorando la presentación en sociedad del "Theatre Optique" de Emile Reynaud en el Musée Grévin de Paris en 1892. El teatro óptico era un sistema óptico de proyección de dibujos dispuestos en una banda flexible y que a una frecuencia de 15 imágenes por segundo producian una sensación de movimiento. La primera sesión, llamada "Pantomimes Lumineuses" incluyó tres animaciones "Pauvre Pierrot", "Un bon bock", y "Le Clown et ses chiens". Cada una de las animaciones tenían entre 500 a 600 dibujos pintados a mano y duraban unos 15 minutos. El propio Emile Reynaud actuaba como "proyeccionista" y durante el espectáculo le acompañaba un pianista que aportaba la "banda sonora".

Más tarde aparecería el cinematógrafo y gente como Emile Cohl comenzarían a realizar cortometrajes animados, como su famoso "Fantasmagorie", en 1908. Y así llegarían Georges Méliès, Segundo de Chomón (otro español por el mundo), Walt Disney, los pioneros del stop-motion con muñecos Wladyslaw Starewicz o Willis O' Brien, la escuela checa/Unión Soviética con Jirí Trnka, Hermina Tyrlová o Jan Svankmajer, los cartooners clásicos de los 50 como Chuck Jones, Friz Freleng o Tex Avery. En los 60 aparecería con fuerza Ray Harryhausen y los dibujos animados para televisión dominarían la animación de los 70 con gente como Hanna-Barbera. A partir de los 80 y 90 la revolución viene de Japón en lo que se denomina anime cuyos maestros son Isao Takahata, Hayao Miyazaki, Mamoru Oshii y Katsuhiro ?tomo. Los 90 y principios del siglo XXI creo que tienen tres grandes estandartes: Studio Ghibli (Isao Takahata y Hayao Miyazaki), Aardman Animations (Nick Park y Peter Lord) y Pixar (John Lasseter, Andrew Stanton, Lee Unkrich, Pete Docter...). Obviamente en un párrafo no se puede resumir toda la historia de un arte, pero puede ser un buen comienzo para una exploración más profunda.

Han pasado 118 años y como comprobamos la tecnología ha cambiado radicalmente la forma de realizar la animación. Ya no se necesita dibujar a mano todos los dibujos, ni capturar todos los fotogramas de manera manual, ahora gran parte del trabajo repetitivo lo realizan los ordenadores. Pero el concepto sigue igual de vigente que hace casi 120 años: imágenes fijas que proyectadas consecutivamente a una velocidad adecuada dan la sensación de movimiento, y con el movimiento, de vida. Para algunos (como Peter Lord*) lo más cerca que puede estar un artista de crear vida, es decir, de sentirse "Dios".

Este año la verdad es que no parece que en Madrid haya muchos eventos conmemorativos, sólo he encontrado una proyección en la Academia de Cine pero gracias a la tecnología todos podemos disfrutar de nuestro propio programa conmemorativo. Y es que hay millones de animadores que suben su obra a internet. Sólo una sencilla búsqueda en vimeo de los videos con tag 'animation' nos ofrece unas 120.000 obras. Nunca ha sido tan fácil distribuir ni consumir una obra de animación. Gracias a todos los animadores por permitirnos soñar con mundos irreales que cobran vida. Y gracias a la tecnología, que es la base de la animación. ¿O es que acaso podría existir la animación sin tecnología?

(*) Peter Lord - animador cofundador de Aardman Animations: "Animar no es hacer que se mueva algo, sino que tome vida. Y conseguir eso, te hace sentir Dios." (via citoplasmas).