Esquina1
viernes, 31 de diciembre de 2004 a las 20:31
¿Cabeza borradora?

Algo está ocurriendo. Algo raro. Ya lo es que por primera vez en 10 años (¿hace ya 10 que me fui de aquí?) pase en Avilés más de cuatro días. Es mi segunda semana en la que aún es mi casa (creo) y no he podido evitar salir a comprobar si todo estaba en su sitio o, al menos, en el sitio donde todo está en mi recuerdo. Ha sido poco a poco y aún no he completado del todo la expedición, pero ya puedo afirmar que, como si de llevarle la contraria a Charlie Kauffman se tratara, algo, alguien, se ha entretenido en llevarle la contraria a mi memoria borrando todo rastro de realidad, de materialidad, a mis recuerdos. Uno puede vivir feliz si le borran del disco duro un año, un tropiezo, una persona (de hecho, muchos lo hacemos), pero la cosa cambia (a peor) cuando sucede al revés y no quedan huellas tangibles de lugares, gentes o acontecimientos, sólo recuerdos condenados a producir frustración o, lo que es peor, nostalgia, de por vida.

 

Total (al grano), que donde esperaba encontrar el bullicio de hace diez años, hallo viejos y niños. No hace tanto que el centro de la ciudad se colapsaba de gente entrando y saliendo de bares, decenas de bares, cada uno distinto al otro, creando un caos en el que era imposible aburrirse.  Había tres cines, varios clubes abiertos después de las cinco, locales donde ensayaban grupos que nunca tocarían fuera de Asturias, grupos de teatro patéticos pero divertidos, gritos, borracheras, muchos porros. Ahora me encuentro una veintena de sitios chunda chunda donde ponen antes muerta que sencilla y similares, gente vestida de gala chusca de televisión, paletos con las hormonas disparadas, colgados de más de 40 y poco más. Tardé una semana en localizar el único bar de rock&roll que queda en la ciudad, y sólo diré que lo mejor que escuché fue a Led Zeppelin mientras viejos roqueros con niños colgaban del techo adornos navideños.

 

La ciudad está muerta y mis recuerdos, también. De ahora en adelante, ya no podré fantasear con volver aquí cuando las cosas se pongan duras en Madrid, porque el territorio de mi futuro de fantasía ya no existe. De un plumazo ha desaparecido toda mi adolescencia y pubertad. No queda ni rastro. Y me pregunto: dentro de 10 años, ¿sucederá lo mismo con lo que está sucediendo hoy? ¿Cuánta gente, cuántos lugares deberá hacer desaparecer mi cabeza borradora para que no lo creen tristeza, frustración o cabreo existencial?

 

Nota 1: bajaros el mejor disco de baile del año, se llama "Misch Masch" y es de dos hermanos de Berlín, Tiesfschwarz.

Nota 2: vuestros post, tan prácticos, tan minimal, me están provocando complejo de exhibicionista, así que a partir de ahora, los haré igual que vosotros (a ver si puedo encontrar juegos y hacer listas).

Nota 3: según una pitonisa de la tele el 2005 será fenomenal porque sumando sus cifras da siete. Me encanta la  lógica surrealista de las pitonisas.

escrito por isobel | Link_go Enlaza |

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